Al igual que los anticuados métodos de distribución de agua y alimentos, las soluciones energéticas actuales en zonas desatendidas dependen de arreglos temporales o de costosas infraestructuras centralizadas. El resultado es un servicio poco fiable, la falta de escalabilidad y la continua dependencia de la caridad. No estamos hablando sólo de llevar energía a un pueblo; estamos hablando de soluciones energéticas sostenibles y escalables que permitan a las comunidades prosperar por sí mismas.
La Solución: Microrredes solares descentralizadas
Imagina las microrredes solares como "cápsulas de energía" instaladas en zonas rurales y desatendidas, que proporcionan energía limpia y renovable a múltiples hogares. Utilizando el modelo de SOLshare, sobre el que puedes leer más en página de Acción Climática de la UNFCCC y sitio web oficial de SOLshare, podemos llevar este concepto de compartir energía entre iguales al siguiente nivel. La innovadora tecnología de microrredes de SOLshare permite a los hogares comprar y vender electricidad entre sí, creando un mercado energético localizado en el que la comunidad se convierte tanto en productores como en consumidores.
Cómo funciona:
- Instalamos microrredes solares: Utilizando materiales y mano de obra locales, instalamos paneles solares y baterías para crear una red de microrredes que pueda funcionar independientemente de las redes nacionales.
- Creamos una economía energética entre iguales: Cada hogar con acceso a la red se convierte en una minicentral eléctrica en potencia. Generan energía solar y el excedente se vende a la red local, suministrando energía a los hogares que la necesitan. Los hogares sin paneles solares pueden comprar energía a un precio asequible.
- Generar ingresos para un crecimiento sostenible: Al igual que en el modelo de agua del manifiesto, no se trata de un proyecto benéfico, sino de un modelo de negocio sostenible. Como la población local paga por la electricidad, esos ingresos financian el mantenimiento de la red, así como su expansión a más hogares y pueblos. Este modelo convierte a los receptores en contribuyentes, invirtiendo en sus necesidades energéticas y sosteniéndolas.
- Aumento de escala: Una vez que una región está totalmente abastecida de electricidad, reproducimos el modelo en las zonas vecinas, ampliándolo finalmente a países enteros. La clave está en utilizar los recursos existentes (la luz solar y las conexiones entre pares) en lugar de recurrir a costosas infraestructuras externas.
Por qué funciona a largo plazo:
Al descentralizar la producción de energía, eliminamos la dependencia de una red central, reduciendo la vulnerabilidad a los cortes y reduciendo los costes de infraestructuras que necesitan un mantenimiento constante y financiación pública. Básicamente, estamos permitiendo que las comunidades sean autosuficientes en sus necesidades energéticas, con la capacidad de mantener, ampliar y hacer crecer sus propias redes.
Descentralizar la producción de energía.